GARCÍA DE DIONÍSIO, ANTONIO
Contraverano intenta desenredar la madeja que anuda el deseo y la realidad de nuestros sueños, al tiempo que desnuda las certezas de la vida y nos hace saber aquello que creímos siempre nuestro; menos importante de lo que creímos. Si el verano es el gozo por excelencia, también es la preocupación por seguir buscando lo ignaro; ese futuro incierto que nos llena de miedos y promesas aún por llegar.